Se fue a EU y no regreso hasta que murió

Más de 300 personas suelen despedir el cuerpo o las cenizas de un originario de Huaquechula; sin embargo, por la contingencia, solo 10 personas pudieron despedir a Pablo, un migrante que falleció a causa de COVID-19 en Estados Unidos.

Pablo, un hombre que busco el sueño americano con la finalidad de darle una mejor vida a su familia, se fue un 3 de octubre de 1988 y no volvió a regresar a México hasta el martes 12 de julio de este año para que su familia, le diera el último adiós.

"Jamás lo volvimos a ver y lamento mucho lo que pasó pues lo extraño demasiado porque con ello tenía mucha confianza (LIGAR) Sí lo extraño demasiado demasiado creo que lo extraño más a él que a mí sepas cuando fallecieron te extraño demasiado porque ya no nos vemos"

El coyote, como era conocido, oriundo de Huaquechula Puebla, trabajó en una mueblería, como taxista, en un restaurante y en la construcción; con la finalidad de poder darles un futuro mejor a sus sobrinos, por los cuales siempre veló y quiso como hijos.

"El sitio como el padre es muy triste y lamentable para la familia que haya fallecido de esta manera él tenía la intención de regresar a México en aproximadamente 2 o tres años ya habíamos platicado sobre cuál podría ser su estructura aquí en México y lamentablemente esta situación nos arrebató una vida más"

Su familia a quien le dejó un hueco en el corazón, lo recuerda como un hombre trabajador, alegre, deportista y bondadoso, hombre que a pesar de estar lejos nunca olvidó sus raíces y a sus seres queridos.