Recientemente comenzó a circular un oficio en el que se buscaba prevenir a los trabajadores de la salud sobre una alerta epidemiológica de Sarampión en la Región de las Américas.
En él se informaba la importancia de contar con las vacunas contra este padecimiento antes de viajar pues los brotes llegan a aumentar debido a que los viajeros contraen este en el extranjero, pues hay mayor contagio en las comunidades estadounidenses por el grupo de personas sin vacunar.
Hasta el 15 de febrero del presente año se tenían registrados casos de sarampión en 11 jurisdicciones:
Se contemplaban 20 casos de esta enfermedad.
Pero ¿qué es el sarampión?
Es viral, los niños son el grupo más susceptible en adquirir esta enfermedad, así como las mujeres embarazadas, los síntomas pueden ir cambiando conforme se desarrolla esta enfermedad.
Primero se presenta fiebre alta que dura de 4 a 7 días y se presenta a los quince días de haber estado en contacto con una persona con este virus.
También se presenta congestión nasal, tos, ojos rojos y con secreciones y manchas blancas en la parte interior de las mejillas, erupciones rojizas en la piel que duran de 5 a 6 días e inician en la cara y cuello, terminando de cubrir el cuerpo por completo.
Si este padecimiento no es atendido a tiempo y de una forma correcta puede llegar a registrar complicaciones graves que pueden llevar a la muerte.
El sarampión se puede transmitir a través de tos, estornudos o la saliva.
Si bien no existe un tratamiento específico para evitar complicaciones se recomienda
Su prevención es a través de la vacunación en niños en dos dosis, la primera al año y un refuerzo a los 6 años.