Existe incertidumbre en los mercados internacionales.
Durante la madrugada de este lunes en México, el peso superó las 20 unidades por dólar; en las últimas 24 horas sufrió una depreciación de más del 3%, lo anterior como consecuencia del desplome de la bolsa de valores de Japón.
En este momento el peso mexicano se ubica en 19.54, pesos por dólar.
En los mercados internacionales se habla ya de un "lunes negro" tras la caída del índice Nikkei de 13.47%, el retroceso más amplio desde 1987.
Por otro lado, existe una amplia posibilidad de que la economía de Estados Unidos caiga en recesión; la empresa de valores Goldman Sachs detalló que existe un 25% de probabilidades del estancamiento de la economía estadounidense.
De acuerdo a Bloomberg, la divisa mexicana encabeza las pérdidas frente a la moneda estadounidense; durante la noche del domingo 4 de agosto, el peso mexicano se situó en 20 pesos por dólar, lo que supone una pérdida del 2% frente a la divisa americana
Analistas de Monex explicaron que "la divisa mexicana se vio afectada por los temores de que se presente una recesión en Estados Unidos y por la pérdida del atractivo del Carry Trade ante la apreciación del yen japonés".
El Diario Oficial de la Federación (DOF) establece el tipo de cambio para este lunes 5 de agosto de de $19.0442 pesos mexicanos por dólar.
En el escenario internacional Wall Street sufría un desplome durante su apertura, presentaba caídas superiores a los mil punto en dos de los principales indicadores, el Dow Jones y el Nasdaq.
Minutos antes del toque de campana, el índice el Dow Jones incrementaba sus pérdidas a mil 152 puntos, es decir, -2.90% y el Nasdaq trababa de estabilizarlas y en 810 puntos ó -4.83%, mientras que el Estándar, mientras que el Standard & Poor's 500, uno de los índices bursátiles más importantes de Estados Unidos, recortaba su avance 195 puntos, -3.66%.
En ese escenario, los mercados se debaten entre la posibilidad o no de una posible reunión de emergencia de la Reserva Federal para anunciar un hipotético recorte de tipos de interés antes de lo previsto, algo que no ocurre desde marzo de 2020.