Construir vivienda nueva en la periferia de las ciudades, un tema, a analizar, señalaron académicos de la Universidad Iberoamericana en Puebla, esto, debido a que, de acuerdo a términos de bienestar social, es indispensable, que en las inmediaciones de los terrenos a habitar, existan las condiciones óptimas, para que las personas se desarrollen de la mejor manera.
Es decir, que haya, por ejemplo, instituciones educativas suficientes, dotación de servicios públicos y espacios como áreas verdes o parques, para el esparcimiento de la gente. En ese sentido, Emma Morales, coordinadora de la maestría en Hábitat y Equidad Socioterritorial, explicó, que en el caso específico, de edificar casas en juntas auxiliares de la capital poblana, como La Resurrección, es indispensable, verificar, la condición de factores como la lejanía, inseguridad, marginación social y espacios públicos, por mencionar algunos.
Ante ello, concluyó la especialista, que pese a que instituciones como el Infonavit, cuentan con una base de datos, de las viviendas abandonadas en Puebla, se requiere de esfuerzos por parte de las autoridades, para contar con mayor información al respecto, a fin de promover, dijo, términos como la vivienda interurbana, es decir, casas que están desocupadas en unidades habitacionales, colonias y en el propio Centro Histórico, a fin de que, sean estos inmuebles, los que puedan ser utilizados.
Lo anterior, a propósito, del interés de la AMPI, de construir 20 mil viviendas en La Resurrección, independientemente, de si la SEP Federal llega a Puebla, como parte de la descentralización de las secretarías, situación que conllevaría, la movilización de, al menos, la misma cantidad de personas a la entidad, cuestión, que a decir de Emma Morales, conlleva un análisis y criterio profundo, pues los constructores y autoridades, deben tomar en cuenta, aspectos como los citados, anteriormente.