Desaparición de joven en Querétaro podría estar vinculada a reclutamiento
Familia denuncia omisiones y revictimización por parte de autoridades
La desaparición de Jesús Enrique Moreno Bollás, un joven de 29 años originario de Querétaro, sigue sin respuestas claras por parte de las autoridades locales, señalan activistas.
El joven, quien trabajaba como taxista y estaba en busca de mejores oportunidades laborales, fue visto por última vez el 17 de diciembre de 2024 en su hogar en Cadereyta. Según testimonios de su familia, Jesús Enrique había sido contactado previamente a través de un videojuego en línea, donde se le ofreció un empleo con promesas de un buen salario.
Su familia también descubrió que sus pertenencias, incluidas sus identificaciones, permanecían en su domicilio al momento de su desaparición, lo que genera más incertidumbre sobre su paradero.
De acuerdo con activistas de T ?ek ?ei, grupo Interdisciplinario por la Igualdad, la familia de Jesús Enrique intentó en varias ocasiones presentar una denuncia por su desaparición ante la Fiscalía General del Estado de Querétaro (FGEQ), sin embargo, se encontraron con varias dificultades.
Entre el 11 y el 13 de enero de 2025, al acudir a las instalaciones de la Unidad Municipal de la Fiscalía y la Unidad Especializada en Búsqueda de Personas, les informaron que no había personal disponible para atender su caso. A pesar de insistir en la urgencia de la situación, los familiares no recibieron el apoyo necesario, lo que constituye una clara omisión de los procedimientos establecidos para la investigación de desapariciones.
La familia, indignada por la falta de apoyo y las constantes omisiones, ha presentado una queja formal ante la Defensoría de los Derechos Humanos, denunciando la probable violación de los derechos humanos de Jesús Enrique y de su familia, a quienes se les ha estigmatizado y criminalizado durante todo el proceso. Según los familiares, el personal de la fiscalía no solo ha mostrado indiferencia, sino que incluso intentaron intimidarlos al sugerir que la migración en busca de empleo podría ser un delito, algo que agravó aún más su angustia.
A esta situación se suma la denuncia de que las autoridades no han brindado una atención adecuada y que, incluso en el ámbito de la Comisión Local de Atención a Víctimas, la defensora de oficio no se comunicó con la familia hasta más de un mes después de interponer la denuncia, demostrando una grave falta de compromiso.
La familia de Jesús Enrique ha solicitado formalmente la intervención de la Secretaría de Gobierno de Querétaro para que se convoque a una mesa de trabajo interinstitucional que coordine esfuerzos para localizar al joven. También piden que la Fiscalía General del Estado tome acciones más concretas y eficaces en la investigación, garantizando el respeto de los derechos de la víctima y su familia. Entre sus demandas, destacan la contratación de personal capacitado para la búsqueda, la mejora en la integración de la carpeta de investigación, y la participación activa de la familia en las acciones de investigación.
Se hizo un urgente llamado a las autoridades para que actúen con la diligencia y el respeto que la situación requiere, garantizando que la justicia y la verdad prevalezcan en casos como el de Jesús Enrique Moreno Bollás, así como de todas las personas desaparecidas en el estado.
