El papa Francisco lleva 29 días hospitalizado por neumonía bilateral en el hospital Gemelli de Roma, donde su estado de salud sigue siendo "estable" y muestra una recuperación progresiva, según fuentes del Vaticano.
Aunque los médicos habían planeado emitir un nuevo informe sobre su condición, decidieron postergarlo al no haber cambios significativos.
El pontífice, de 88 años, fue ingresado el pasado 14 de febrero debido a problemas respiratorios que complicaron su estado de salud. A pesar de haber atravesado momentos críticos, ha respondido favorablemente al tratamiento y continúa bajo estricta supervisión médica. No obstante, su equipo médico se mantiene cauteloso y aún no se ha definido una fecha para su posible salida del hospital.
Francisco sigue recibiendo terapia, que incluye fisioterapia respiratoria y motora. Durante el día, se le administra oxígeno mediante cánulas nasales, mientras que por la noche utiliza ventilación mecánica no invasiva con una máscara especial.
En el Vaticano, se celebró una misa en la capilla Paolina del palacio pontificio para pedir por su pronta recuperación. La ceremonia fue presidida por el secretario de Estado, Pietro Parolin, y contó con la presencia de embajadores acreditados ante la Santa Sede. Parolin destacó la importancia del papa en la comunidad católica y recordó el reciente aniversario de su elección al pontificado.
A pesar de su hospitalización, Francisco ha seguido de cerca los ejercicios espirituales de la Curia Romana a través de la televisión y dedica parte de sus días a la oración por el periodo cuaresmal. Aunque ha reducido sus actividades laborales, en ocasiones firma documentos o realiza nombramientos.
Las fuentes del Vaticano han señalado que el papa puede moverse con ayuda, desplazándose de la cama al sillón de su habitación. Sin embargo, se ha mantenido alejado de la vida pública desde su ingreso en el hospital.
El pasado 6 de marzo, el pontífice envió un mensaje de audio a los fieles que rezan por su recuperación en la Plaza de San Pedro. Su voz, aunque débil, reflejaba gratitud por el apoyo recibido en este difícil momento.