Los habitantes itinerantes del Centro Histórico

A diario son los últimos en llegar al Centro Histórico, lo hacen así porque tienen que esperar a que los comercios cierren sus puertas y dejen de pasar los transeúntes, para poder tender sus improvisadas camas sobre el suelo de las calles. Duermen o por lo menos eso intentan sobre un cartón y, en los casos más afortunados, tapados con una cobija? son los nuevos habitantes itinerantes del primer cuadro de la capital y platicaron con nosotros. Nuestro entrevistado, recuerda que nació en Michoacán, ha olvidado su nombre, edad y si tiene familia o conocidos; de día trabaja recolectando latas y pet que vende por kilo. ¡No sabe más! Lo que sí recuerda es que hay que comer y las cuentas cada vez son más caras "la panza se queda vacía cada 5 horas y también las bolsas del pantalón", comentó medio aturdido quizás por el consumo de alcohol o alguna otra sustancia. Como él, existen por lo menos otras 40 personas que diariamente pernoctan en las calles de Madero, Corregidora, Juárez y el Jardín Zenea; algunas con niños de brazos. Ellos son los nuevos inquilinos del Centro Histórico, habitantes itinerantes que hoy son parte de la nueva realidad social del pujante Querétaro que tanto se presume en los discursos oficiales.