Mark Carney asumió este viernes como el nuevo primer ministro de Canadá, sucediendo a Justin Trudeau tras más de nueve años en el cargo.
La ceremonia de toma de posesión se llevó a cabo en Ottawa, donde también prestaron juramento los integrantes de su gabinete, que mantiene a varias figuras clave del gobierno anterior.
Carney, reconocido por su experiencia en el sector económico, ha formado un equipo de ministros con un enfoque en la estabilidad financiera del país. Entre los nombramientos más destacados está Chrystia Freeland como ministra de Transporte y Comercio Interno, François-Philippe Champagne en Finanzas y Mélanie Joly en Exteriores. En su primer mensaje como líder del Ejecutivo, aseguró que su gobierno actuará con rapidez para fortalecer la economía y el futuro de Canadá.
Uno de los primeros desafíos que enfrenta el nuevo primer ministro es decidir si adelanta las elecciones, programadas para octubre de este año. Su partido, el Partido Liberal, se encuentra en minoría en la Cámara de los Comunes, lo que lo deja vulnerable a una moción de censura impulsada por la oposición. Se espera que en los próximos días se tome una decisión al respecto.
Además de la situación política interna, Carney deberá lidiar con las tensiones comerciales en Norteamérica. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con imponer un arancel del 25 % a las importaciones de México y Canadá, lo que ha generado incertidumbre sobre el futuro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Ante este panorama, la presidenta de México felicitó a Carney y destacó la importancia de fortalecer la relación bilateral, subrayando su intención de mantener el T-MEC como un acuerdo trilateral. En su conferencia matutina, aseguró que buscará el diálogo con el nuevo primer ministro para garantizar el beneficio de los tres países.
Carney también deberá atender las relaciones con Europa, ya que tiene previsto viajar a Londres y París en los próximos días. Su objetivo es reforzar los vínculos con el continente ante la incertidumbre que genera la política comercial de Estados Unidos.
El nombramiento de Carney marca el inicio de una nueva etapa en Canadá, con retos tanto en el ámbito interno como en el internacional. Su gestión será clave para definir el rumbo del país en un contexto global cada vez más incierto.