En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, colectivas feministas y mujeres artesanas indígenas llevaron a cabo una marcha en Querétaro para visibilizar la violencia y discriminación que enfrentan. La movilización comenzó en la Alameda Hidalgo y concluyó en Plaza de Armas, donde se hizo un llamado a la autoridades.
"La represión y el desplazamiento que sufrieron nuestras compañeras hace un mes no pueden repetirse. Estamos exigiendo que esta violencia termine, que se respete nuestro derecho a trabajar y a vivir sin miedo", expresó la representante del colectivo Feminismo para Todos en Querétaro.
Durante la manifestación artística y pacífica, las mujeres denunciaron la falta de atención a las necesidades urgentes de las comunidades indígenas y señalaron la importancia de que más mujeres se sumen a las mesas de diálogo.
"Aquí estamos organizándonos, dando la cara, porque sabemos que no es fácil, pero es necesario", añadieron las participantes.
El llamado fue a detener la discriminación y garantizar transparencia, acceso a la información y medidas efectivas que protejan los derechos de las mujeres, especialmente de aquellas en situaciones de vulnerabilidad.
En México, las mujeres indígenas enfrentan niveles preocupantes de violencia debido a múltiples factores como la marginación, pobreza, y exclusión. Según datos del Gobierno de México:
1. Prevalencia de violencia: Aproximadamente 48.8% de las mujeres indígenas han enfrentado algún tipo de violencia de género, ya sea emocional, física, sexual o económica. Este porcentaje supera el promedio nacional, indicando una mayor vulnerabilidad en estas comunidades debido a factores culturales y estructurales.
2. Violencia doméstica: La violencia en el ámbito familiar es uno de los mayores problemas. Muchas veces se invisibiliza o se acepta como parte de la dinámica comunitaria, dificultando la protección y el acceso a la justicia.
3. Participación económica y violencia: Las mujeres indígenas también son desproporcionadamente afectadas por la falta de oportunidades económicas, ya que sólo el 23.5% participa en actividades remuneradas, en comparación con el 33.5% a nivel nacional. La carga de trabajo no remunerado, que incluye labores domésticas y cuidados, afecta al 64.7% de las mujeres indígenas, lo que limita su independencia económica y contribuye a situaciones de violencia y abuso.
En Querétaro, aunque hay menos estudios específicos sobre mujeres indígenas, se reportan casos de discriminación y violencia en comunidades rurales. Organizaciones locales han señalado la necesidad de un enfoque más inclusivo y culturalmente adecuado para abordar la problemática.