El crecimiento económico y poblacional de Querétaro ha intensificado uno de sus principales desafíos: la disponibilidad de agua. De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el estado ocupa el sexto lugar en estrés hídrico a nivel nacional, con una puntuación de 4.71 en una escala del 1 al 5, lo que indica que la demanda supera significativamente la oferta de fuentes naturales.