A una semana de la tragedia en el bar Los Cantaritos, asociaciones civiles se unieron para realizar una Marcha por la Paz, la tarde de este sábado 16 de noviembre.
Fueron 27 los colectivos que convocaron a este recorrido, que partiría desde la Alameda Hidalgo, en la esquina de Corregidora con avenida Zaragoza.
El objetivo era rendir homenaje a las 10 víctimas mortales y a los lesionados de la balacera ocurrida el pasado fin de semana.
Con prendas blancas y algunos objetos del mismo color, como pañuelos y muñecos, los asistentes arribaron a la zona, incluyendo a familiares de las víctimas.
"¿Cómo podemos confiar? El miedo que tengo ahorita de estar aquí, el miedo que tengo de salir, el miedo de que no puedo sentirme segura porque este gobierno no nos protege", expresó la hermana de Carlos Gómez, una de las víctimas, quien también denunció opacidad por parte de las autoridades estatales y calificó su actuar como una burla.
En silencio, el contingente dio inicio a la caminata a las 16:30 horas.
Avanzaron por avenida Zaragoza en dirección al Tanque. Posteriormente, giraron por la calle Manuel Acuña y continuaron hacia el Templo de la Cruz, para después dirigirse a avenida Circunvalación.
Cerca de las 17:00 horas, los participantes llegaron al bar Los Cantaritos, donde se encontraba instalado un templete. Desde ahí, Walter López González y Teresa García Gasca, ambos organizadores, ofrecieron un pronunciamiento:
"Las víctimas de la violencia criminal en México son las juventudes, y en este lugar, hace siete días, fueron masacradas 10 personas jóvenes y 13 más resultaron heridas en el acontecimiento con más víctimas civiles en un espacio público, algo nunca antes visto en nuestra ciudad", expresó García Gasca.
"No más omisiones, no más impunidad. Es urgente que las autoridades, a todos los niveles de gobierno, erradiquen la corrupción y actúen siempre con oportunidad", agregó López González.
Para finalizar, los organizadores instaron a las autoridades a trabajar junto con la ciudadanía para reparar el tejido social que se rompió hace siete días en la capital queretana.
Acto seguido, los asistentes colocaron veladoras y flores blancas en la entrada del bar, para rendir homenaje a quienes perdieron la vida en el lugar.