Habitantes de San Francisquito se reunieron con la regidora presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas del Municipio de Querétaro, Ivonne Olascoaga Correa, para solicitar su apoyo en busca de obtener la declaratoria como barrio indígena urbano, luego de dos años de trabajo en los que reunieron más de 600 firmas de auto adscripción, así como el respaldo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI).
La regidora de Morena recibió el expediente con el compromiso de entregarlo a los integrantes de la Comisión de Asuntos Indígenas y someterlo a su consideración, al tiempo que manifestó el respeto por las tradiciones que se llevan a cabo en San Francisquito, que contribuyen a la cohesión social.
Puntualizó que se pedirá el apoyo de los integrantes del ayuntamiento, sobre todo del presidente municipal de Querétaro, Luis Nava Guerrero, para buscar que la Legislatura Local y las autoridades competentes incluyan a este barrio en la Ley de Derechos y Cultura de los Pueblos y Comunidades Indígenas del Estado de Querétaro.
En el oratorio de la casa del tatarabuelo Atilano Aguilar, el representante de la Mesa de Concheros Águila Azteca, Rafael Téllez Morales, señaló que, si se consigue el apoyo de las autoridades municipales, para llevar este tema a la Legislatura Local, San Francisquito sería la primera colonia en pedir y conseguir el nombramiento como Barrio Indígena Urbano, porque sus tradiciones siguen vivas.
Camila Vera, integrante del movimiento, detalló que el artículo tercero de la Ley de Derechos y Cultura de los Pueblos y Comunidades Indígenas del Estado de Querétaro contempla a seis comunidades en el catálogo de Pueblos Indígenas, entre ellas la Extensión Las Margaritas, Las Margaritas, San José El Alto, Santa María Magdalena, Patria Nueva y Pie de Gallo.
El mismo artículo advierte que para reconocer un nuevo asentamiento indígena "bastará su solicitud y sujeción al procedimiento de auto adscripción o auto reconocimiento, la composición lingüística y demográfica, la geografía territorial de la comunidad, incluyendo, la pertenencia de varias unidades interiores, localidades, barrios y secciones".
Hasta ahora se tienen más de 600 firmas de alrededor de seis mil 500 personas que viven en San Francisquito, así como el apoyo de 13 de las aproximadamente 23 mesas concheras, incluso, el respaldo de grupos de concheros de otros países y se espera que cada vez más personas se sumen al apoyo para reconocer a este sitio como una comunidad indígena más, gracias a sus tradiciones y las danzas de las que se tienen reportes desde 1835.
A través del reconocimiento como Barrio Indígena Urbano, San Francisquito pretende fortalecer los talleres de danza y las tradiciones, atraer a más jóvenes a esta cultura, recuperar la herencia indígena y frenar aquellos intentos por desaparecer la identidad que se tiene en esta zona.