La Secretaría de Salud del Estado de Querétaro ofrece un servicio prehospitalario de calidad, profesional y humanitario a través del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM), cuyo personal ha hecho de marzo a la fecha 900 traslados de pacientes relacionados con la enfermedad COVID-19.
El jefe del CRUM, Carlos Casillas Cuéllar, declaró que de los 900 traslados realizados a partir del 30 de marzo y hasta el 2 de noviembre, el 25 por ciento han sido identificados en domicilio y el resto han sido movimientos interhospitalarios, es decir, pacientes que son confirmados en su diagnóstico y conducidos al Hospital General de Querétaro.
El CRUM cuenta con 70 personas adscritas, de las cuales seis están asignadas al área administrativa y el resto al área operativa, quienes han sido debidamente capacitadas para atender el tema de COVID-19.
Casillas Cuéllar señaló que al inicio de la pandemia no había ni siquiera una mentoría ni nada escrito respecto al nuevo virus, por lo que el personal administrativo y operativo del CRUM conoció las experiencias que sobre el tema tenían en los sistemas de atención prehospitalaria de países europeos como España y Reino Unido.
Recordó que dichos países sugirieron al principio de la pandemia que se utilizaran las cámaras de aislamiento o cápsulas, que en el caso del CRUM cuenta con tres unidades, dos en el municipio de Querétaro y una más en el municipio de San Juan del Río.
Actualmente las cápsulas son utilizadas para pacientes graves por COVID-19 o en pacientes sospechosos de la enfermedad, por lo que se requiere el aislamiento para proteger al personal del CRUM.
"La cápsula no tiene ninguna indicación especial para el paciente, más bien quien se ve beneficiado es el personal de urgencias, que es el que tiene la carga o riesgo viral más alto", explicó Casillas Cuéllar.
El CRUM cuenta con un área tecnológica que permite coordinar información entre el personal de urgencias que acude al evento y el personal operativo, lo cual implica que hoy en día el 60 por ciento de los servicios sean resueltos en calle.
"60 por ciento de los pacientes ya no llegan a hospital de urgencias, sino que su caso se resuelve en calle y es direccionado al primer nivel de atención médica", estableció el jefe de CRUM.
Carlos Casillas Cuéllar ponderó el hecho de que a inicios de la pandemia se puso por delante el perfil humanista del personal del CRUM y se valoró la probabilidad de que cualquiera de ellos resultara contagiado en algún momento de la crisis sanitaria.
"Todos asumimos el reto y reconocimos que al ser la primera línea de combate al virus, no podíamos fallar, que debíamos ser asertivos en cuanto a la comunicación con los pacientes, sus familiares y los médicos tratantes", estableció.
El personal del Centro Regulador se capacita de forma constante y cuenta con los insumos necesarios para llevar a cabo las diversas atenciones que brinda en el servicio de atención prehospitalaria.