A pesar del reconocimiento del Barrio de San Francisquito como Barrio Indígena Urbano por el Ayuntamiento de Querétaro y recientemente por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), este nombramiento no se logró durante la Sexagésima Legislatura de Querétaro.
De acuerdo con Ivonne Olascoaga Correa, exregidora del Municipio de Querétaro, el reconocimiento por parte del ayuntamiento capitalino se logró en 2023 gracias a la voluntad política de los integrantes del cabildo.
Sin embargo, todo el mérito lo tuvieron quienes impulsaron esta iniciativa desde hace casi 10 años, según recordó.
Durante el reconocimiento de San Francisquito por parte del Ayuntamiento de Querétaro, se aprobó la iniciativa que reforma el Artículo 3 fracción XII de la Ley de Derechos y Cultura de los Pueblos y Comunidades Indígenas del Estado de Querétaro, para sumar al Barrio a la lista de seis comunidades indígenas reconocidas.
Las razones principales para impulsar el reconocimiento de San Francisquito como barrio indígena recaen en su riqueza histórica y cultural.
De acuerdo con los integrantes de la Asamblea del Barrio de San Francisquito, es uno de los más antiguos de la ciudad e incluso era el hogar de otomíes, chichimecas y mexicas, principalmente en el cerro del Sangremal, donde actualmente se encuentra el templo de la Cruz.
Este barrio también, se presume, es el lugar de origen de la danza de los concheros, que actualmente tiene 14 grupos de danza.
A pesar de los avances municipales, el reconocimiento en el congreso de Querétaro no se logró desde que se turnó el 5 de abril de 2023 a la Legislatura, por lo que el Barrio de San Francisquito no tiene reconocimiento legal.
No obstante, se busca que durante la sexagésima primera legislatura, que tomó protesta el pasado jueves 26 de septiembre, se apruebe en comisión y se vote posteriormente en sesión de pleno.