El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de México, argumentando la falta de cooperación en la lucha contra las drogas. De igual manera, estableció un arancel del 10% a Canadá y a las exportaciones de petróleo canadiense, señalando la producción creciente de fentanilo en ese país. China también fue objeto de sanciones con un impuesto del 10%, acusada de subsidiar la exportación de la sustancia. Desde Mar-a-Lago, Trump firmó tres órdenes ejecutivas que incluyen una cláusula de represalias en caso de que los países afectados respondan con medidas similares.
Ante la confirmación de los aranceles, la presidenta Claudia Sheinbaum reunió a su gabinete en Palacio Nacional para analizar el impacto y definir estrategias. Sheinbaum aseguró que su gobierno mantiene un diálogo constante con EE.UU. y cuenta con un plan A, B y C para enfrentar la situación. Destacó que México es el principal exportador de productos finales a EE.UU., por lo que la medida afectará también a las familias estadounidenses. Por su parte, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, advirtió que los aranceles encarecerán los bienes de consumo en EE.UU. y reducirán su disponibilidad, afectando a los propios ciudadanos del país vecino.