Boletines oficiales anticipan que algunas víctimas de agresiones armadas tenían antecedentes penales y con ello se vislumbran los posibles cuerpos sin reclamar, al igual que sucede con los restos de desaparecidos, si llegan a encontrarse.
El médico con 28 años de experiencia como perito médico legista refiere que al no haber quién reclame el cuerpo, se registran con el número de gaveta y van a sepultarse a un área en el panteón municipal, donde sus representantes confirmaron que es área para indigentes, lo que también refiere Luna Espíndola es la fosa común, y ante el panorama de violencia actual, generalmente es porque son reclutados por el crimen en otras entidades y su destino final queda sin saberse nunca por sus familiares.
Sus servicios funerales se cubren por el Gobierno del Estado, ya que hay una funeraria en turno cada mes, que trabaja para la Fiscalía y se hace un rol para que recojan los cuerpos.