Uno de los temas que más causa polémica en esta época decembrina, es el uso de pirotecnia, pues más allá del espectáculo visual que este puede ofrecer, lo cierto es que el ruido que produce el petardo afecta gravemente a varios grupos de personas sensibles, como de edad avanzada, con déficit cognitivo, enfermos mentales, bebés, niños y a los animales.
El impacto que tienen los fuegos artificiales, especialmente en perros, tiene que ver con que su audición es 100 veces más aguda que la de los humanos, lo que hace que sonidos muy fuertes causan un malestar y dolor considerable en perros
Dentro de las reacciones que pueden tener los canes en estas situaciones se encuentra el congelamiento o paralización, los intentos incontrolados de escapar y esconderse, temblores o incluso la muerte por infarto.
En el medio ambiente, los fuegos pirotécnicos están hechos con compuestos tóxicos que liberan gases contaminantes, como el monóxido de carbono, que daña la atmósfera, su disipación incluso puede demorar entre dos y tres días, además, generan partículas que afectan la calidad del aire local.