La imposición de un impuesto más alto a las mercancías mexicanas con destino a Estados Unidos podría tener un impacto significativo en la economía de ambos países, especialmente en la región fronteriza.
Tal medida encarecería productos en el mercado estadounidense, reduciendo la competitividad de las exportaciones mexicanas y afectando a sectores industriales clave que dependen de estas ventas compartió el economista Luis Núñez Noriega.
"Esas tarifas buscan beneficiar a productores estadounidenses no a los mexicanos, a corto plazo, pueden forzar renegociaciones que en algunos casos podría incluir concesiones que beneficien a México, pero esto no es lo habitual".
En la frontera los efectos podrían ser más inmediatos y perjudiciales dijo:
"El aumento de costos y la posible disminución en el flujo de mercancías, podría traducirse en pérdida de empleos en la frontera, atrasos en aduanas e incluso tensiones políticas y económicas entre ambos países, afectando empresas y trabajadores que dependen del comercio transfronterizo".
En el caso de San Luis Río Colorado, hasta 2023, las ventas internacionales de esta localidad alcanzaron los 746 millones de dólares, lo que significó un crecimiento del 3.57 por ciento en comparación con el año anterior según lo informa la Secretaría de Economía del Gobierno Federal .
Entre los productos más exportados se encuentran monitores y proyectores sin aparatos de recepción de televisión, partes y accesorios de vehículos automotores y lechugas, escarolas y endibias frescas o refrigeradas.
Por su parte la Coparmex compartió que la aplicación de aranceles del 25 por ciento violan el T-MEC y debilitan la integración regional, lo que provocaría, señala, una recesión en México y generaría presiones inflacionarias en Estados Unidos y agrega que la medida amenaza con disrupciones en sectores estratégicos y podría llevar a la desintegración productiva de norteamérica.