Más de dos años después, el Barcelona volvió a dormir en lo más alto de la clasificación, después de la cómoda victoria ante el Elche (3-0), de nuevo con Robert Lewandowski (dos goles) como estilete y ante un rival que pagó la expulsión de Gonzalo Verdú al cuarto de hora.
No necesitó el equipo de Xavi Hernández su mejor versión, porque el plan de Francisco (5-4-1) se vino abajo cuando se quedó con diez hombres. El Barcelona amasó el partido, amansó al rival y se llevó la victoria con más facilidad de lo que se vio en la primera media hora.
Y es que la diferencia es Lewandowski, autor de ocho goles en los primeros seis partidos de LaLiga, once en total con los tres anotados en la Champions. El polaco aparece en el área como un prestigitador, regala goles y espacios, hasta ahora se muestra imparable.
Suena 'a capella' y desde el gol sur: "Rooobert Lewandowsskiii" a ritmo de "Los Picapiedra". El nueve del Barça sonríe, choca los nudillos de las manos y lo celebra, una , dos... Él es la imagen de este Barça, capaz de anotar tras un magnífico remate, por posición en el campo o incluso por intuición.
Y eso que hoy al Barça le costó entrar en materia. El Elche trabó el partido y a los azulgrana les faltaba fluidez. Con de Jong y Pedri en la manija, los cinco cambios introducidos por Xavi respecto al partido en Múnich no tenían claridad por la densidad defensiva de los ilicitanos y la falta de velocidad en la circulación de los locales.
Solo Ousmane Dembélé, que la pasada madrugada fue padre, aparecía por la derecha para darle profundidad a su equipo. El partido se rompió en una acción de Frenkie de Jong, que habilitó a Lewandowski. Gonzalo Verdú agarró al polaco y fue expulsado.
A partir de ese momento (min. 14), el plan del Elche se vino abajo y el Barcelona empezó a llegar. Con paciencia, pero sin pausa. Dembélé (20 y 25), De Jong (23 y 26) y Memphis (24) estuvieron cerca del gol, pero Edgar Badia se convirtió en el mejor de los suyos.
Por aquel entonces, la única posibilidad que veía el Elche de entrar en el partido pasaba por la expulsión de Frank Kessié, que tenía una amarilla y rozó la segunda, pero no se produjo.
El Barça abrió la lata en el 34, en una acción colectiva que finalizó Lewandowski en el segundo palo tras una asistencia de Balde (min. 34), siete minutos después, Memphis Depay, en una jugada de boya, controló de espaldas, se cambió el balón de pie y marcó el 2-0 para certificar el triunfo.
Antes del final del primer tiempo, aun Pedri anotó un tanto, anulado por fuera de juego. El 3-0 fue de nuevo obra de Lewandowski, tras recoger un rechace en el área tras una jugada de Dembélé, que no cerró Memphis en el minuto 48.
A media hora del final, Bellerín, Raphinha y Ansu entraron en juego; Lewandowski aun pudo anotar algún tanto más, antes de ser sustituido por Ferran Torres, pero Edgar Badia volvió a exhibir su clase.
La victoria permite al Barcelona sumar su quinta victoria en seis partidos y encaramarse en el liderato de LaLiga, a expensas del derbi madrileño de mañana domingo. Desde que los azulgrana no lideraban el campeonato han pasado 27 meses.
Francisco Ávila/EFE