Antes de la pandemia, los Centros de Rehabilitación por su generalidad, han mantenido una perspectiva dentro del ciudadano, como un lugar donde los adictos vuelven con mayor fuerza al mundo de las drogas, ya que se tiene la creencia que todos se manejan bajo ese estándar, declara un encargado de Centros de Rehabilitación en San Luis Río Colorado, quien decidió permanecer en anonimato.
El testimonio, narra que ahora con la pandemia, la Secretaría de Salud no los contempló como negocios esenciales a pesar de tratar con temas de salud y adicciones.
De acuerdo a la "Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco" ENCODAT, se estima que dentro de una población de 12 a 65 años de edad, aumentó el consumo de diferentes sustancias, siendo la marihuana la más recurrente con un aumento de 3.5 por ciento poblacional al 6 por ciento.
Sin embargo, a pesar de que en esos periodos se registrara un crecimiento mínimo en consumo de heroína y metanfetamina, lo cierto es que en San Luis Río Colorado, son las drogas que comúnmente se utilizan, por lo que se presume que, dentro de una población aproximada de 6 mil adictos activos, al menos el 60 por ciento es consumidor de metanfetamina, el 20 de heroína y el resto, de otro tipo de sustancias ilegales.
Para que una persona adicta a las sustancias pueda ingresar a un Centro de Rehabilitación, es necesario contar con un certificado médico que avale la salud del paciente en cuanto a la portación del COVID-19.
Por ello, algunos centros locales, según el testimonio anónimo, piden al ciudadano en realizarse la prueba con el costo establecido en los laboratorios que oscilan entre los 3 mil 600 a 3 mil 800 pesos.
Sin embargo, existen otros que piden a la persona, en acudir a la Unidad Centinela instalada por el Centro de Salud Urbano y si sale negativo, se le permite el acceso.
Además, se presume que son aproximadamente 13 centros de rehabilitación en la comunidad, donde solamente 3 son reconocidos por el gobierno, expresa el encargado anónimo.
Los Centros de Rehabilitación han dejado de recibir pacientes nuevos y mantienen aislados a los que ingresaron previo a la pandemia, por lo que dentro de estos lugares, se pide al usuario desinfectar zapatos con una solución de cloro, sanitizar manos y contar con su cubrebocas para evitar infecciones.
Sin embargo, bajo una población de 6 mil adictos activos y con una reducción de atenciones por parte de los Centros de Rehabilitación, se ve un panorama donde este tipo de apoyos son cada vez más complicados de llevar a cabo, por una pandemia que supera a las autoridades de salud, pero sobretodo, a quienes buscan dejar el vicio de las sustancias.