Recientemente causó polémica la noticia sobre la mutilación de aguijón que sufrieron mantas en las playas de Huatabampo, Sonora. Desde todos los escenarios esta es una estrategia incorrecta, ya que dicha acción representa un perjuicio a la fauna silvestre, un acto que atenta contra la posibilidad de sobrevivencia de los individuos, ilegal en el marco de regulaciones mexicanas y completamente ineficaz como forma de control de afectaciones a turistas.
La simple manipulación representa estrés a los organismos y nadie que no tenga permisos correspondientes debería manipular fauna silvestre. Asimismo, la liberación de organismos arrojándolos en la superficie los deja expuestos a depredación en el retorno a su hábitat. Respecto a la mutilación del aguijón, este corte deja vulnerables a los individuos y sin capacidad de una respuesta de defensa, debido a que el aguijón vuelve a crecer en un lapso de uno a tres años.
No existe evidencia en el mundo sobre el uso de estas prácticas como medida de control y mucho menos de su efectividad. Además, la manipulación de estos organismos ocasiona que estos se retiren de la zona, dejando el espacio/hábitat disponible para que lleguen otras rayas no mutiladas a la misma playa.
Aunque estas especies son parte de la fauna de acompañamiento de la pesquería en estas costas, los pescadores deben contar con permiso de pesca de escama para su aprovechamiento, ya que la extracción sin aprovechamiento también es ilegal. Las poblaciones de rayas han disminuido en los últimos años. Según las guías de pescados y mariscos sostenibles de diferentes organizaciones, la pesca de todas las especies de tiburones y rayas se consideran insostenibles.
Recomendaciones
La mejor manera de evitar una picadura de raya es utilizar calzado especial para meterse al mar, y si no se cuenta con él, lo más recomendable es arrastrar los pies por la arena en lugar de caminar normalmente, ya que esto advertirá a una raya del acercamiento del humano y probablemente se aleje nadando, aunque no hay garantía de ello. Las autoridades deben hacer su parte y colocar letreros en las playas para alertar a bañistas de este y otros peligros en la playa, y apoyarse de cuerpos de emergencia.
Las mantas no suelen ser agresivas y, por lo general, atacan a los humanos sólo cuando se les provoca, como cuando las pisan accidentalmente. La picadura causa dolor, hinchazón, calambres musculares (por el veneno) y, probablemente, puede provocar una infección por bacterias u hongos. La lesión es muy dolorosa, pero rara vez pone en peligro la vida, a menos que el aguijón atraviese un área vital.
Este animal se destaca porque almacena su veneno dentro de las células de los tejidos. Las toxinas que se ha confirmado que están dentro del veneno son las cistatinas, la peroxirredoxina y la galectina. La galectina induce la muerte celular en sus víctimas y las cistatinas inhiben las enzimas de defensa. En los seres humanos, estas toxinas provocan un aumento del flujo sanguíneo en los capilares superficiales y la muerte celular. A pesar de la cantidad de células y toxinas que se encuentran dentro de la raya, se requiere poca energía relativa para producir y almacenar el veneno.
El tratamiento para las picaduras puede incluir la aplicación de agua caliente, que se ha demostrado que alivia el dolor. Sin embargo, se han sugerido múltiples teorías sobre el mecanismo de alivio del dolor del agua caliente. Se ha cuestionado la teoría de que el agua caliente desnaturaliza el veneno de la raya porque las temperaturas requeridas tendrían que penetrar profundamente en la herida punzante y probablemente causarían daño térmico al tejido circundante. Otros mecanismos propuestos incluyen la modulación de los receptores del dolor en el sistema nervioso a través de mecanismos como la teoría del control de puerta y la teoría del control inhibitorio nocivo difuso.
Se pueden administrar antibióticos para prevenir infecciones, si hay un retraso en el tratamiento, si la herida es profunda o si hay una gran cantidad de material extraño en la herida. El dolor se puede tratar con anestesia local dentro y alrededor de la herida, un bloqueo nervioso regional u opiáceos parenterales como la petidina intramuscular. La anestesia local puede brindar un alivio casi instantáneo durante varias horas. Contrario a la creencia popular, el vinagre y la papaína son ineficaces.