En el Golfo de Santa Clara, se dio un descubrimiento sobre la longevidad de una ave playera que llega a las playas a descansar y comer los huevecillos de pejerrey en el desove. Esta ave es el playero rojizo, que durante su viaje en octubre del 2006 fue marcado con una etiqueta en una de sus patas para dar seguimiento en su ruta migratoria, 16 años después es vista de nuevo en la playa descansando tras su viaje por el mundo.
Está ave ha recorrido aproximadamente 170 mil kilómetros que es lo equivalente a recorrer 3 veces la circunferencia del planeta, su ruta es distribuida desde el este de Rusia y Alaska hasta Guerrero Negro, Baja California Sur y Marismas Nacionales.
En primavera es cuando estas aves llegan para alimentarse y continuar su travesía para su reproducción
es muy importante su paso por la playa ya que tienen una función que ayuda al ciclo de alimentación de especies gracias a sus heces fecales.
si todas las partes funcionan todo trabaja en armonía, al defecar dejan nutrientes para fitoplancton, plancton, el cual es consumido por peces e invertebrados creando una cadena de alimentación donde el mar es sano y todos nos beneficiamos.