El día del orgullo LGBT+ se celebra mundialmente cada 28 de junio en conmemoración de los disturbios de Stonewall de 1969, como reafirmación del sentimiento de orgullo sobre las identidades y orientaciones sexuales y de género que tradicionalmente han sido marginadas y reprimidas.
El rechazo que una persona puede sufrir en el proceso de aceptación de su sexualidad puede marcar su vida de manera permanente por lo cual el apoyo de su familia, de su circulo cercano de amigos y conocidos puede ser la diferencia entre una aceptación sana y una represión interna que podría desencadenar otras problemáticas a largo plazo.
La noción básica del orgullo LGTB+ reside en que ninguna persona debe avergonzarse de lo que es, sea cual sea su sexo biológico, orientación sexoafectiva, su identidad sexual o su rol de género. Este movimiento surge como una respuesta política hacia los distintos mecanismos que el sistema tradicionalista utiliza contra quienes se "desvían" de la heteronormatividad. Desde un punto de vista lingüístico, el término orgullo designa el amor propio que cada persona tiene de sí misma como merecedora de respeto o consideración.