El gobierno de México concretó la compra de 13 plantas de Iberdrola por 6,200 millones de dólares: "Se regresa lo privado a lo público, son 13 plantas que se adquirieron, que se compraron, y esto va a significar que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Gobierno, que es del pueblo, ya tengan más del 50 % de la generación de energía eléctrica", expresó el presidente en su conferencia matutina, justificando la acción.
Las plantas incluidas en la operación tienen una capacidad instalada de 8.539 megavatios (MW), de los que el 99 % corresponde a ciclos combinados de gas, mientras que una de ellas es de energía eólica.
López Obrador, quien durante años criticó a Iberdrola como símbolo de la privatización en el sector energético durante el "periodo neoliberal", justificó ahora que la compra es "para que se siga abasteciendo a todos los usuarios, a todos los consumidores, de energía barata sin fines de lucro".
El presidente no explicó cómo operarán las nuevas plantas, pues la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) condicionó este mes la adquisición a que operen de forma independiente de la CFE, la empresa eléctrica del Estado.
El gobierno federal asegura en que la compra es parte de su política de "rescatar" a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la CFE.
"Si hubiésemos nosotros continuado por ese camino, hoy estaría produciendo la Comisión Federal de Electricidad cuando mucho el 10 % de la energía eléctrica que consume el país, las tarifas estarían hasta las nubes porque no habría ningún control en el precio", dijo.