El ejemplo del joven Gerardo de Jesús Duarte Reyes, es el indicado para demostrar que el sueño americano, no siempre es lo que todos dicen.
Originario de Chiapas, se embarcó en travesía junto a su esposa Leonor Guadalupe León Barrios de 25 años de edad y sus hijos Daniel de Jesús Duarte León de 3 años y Yohanna Guadalupe Duarte León de 2 años que se encontraban camino a Estados Unidos por medio de un pollero que los cruzó de manera ilegal.
Al llegar a Calexico, Gerardo fue deportado y su familia fue transportada a Texas el 29 de Noviembre del año pasado.
Tras 5 días encerrado, finalmente lo liberaron y arrojaron a Mexicali donde pocas veces pudo contactarse con sus seres queridos.
Ante las dificultades de residir en la comunidad, comenta que estuvo en Casa del Migrante por poco tiempo, ya que por las normas del establecimiento, no pudo quedarse por mucho.
No obstante, al encontrar un empleo de lavado de vehículos, tres sujetos no identificados le golpearon por lo que no tuvo opción que resistir el altercado temiendo por su vida y renunciando para proteger su integridad a pesar de la bondad que su patrón mostró.
Para agregar un peso extra, al comprar limpia pipas con el fin de crear artesanías, las personas mostraron rechazo a sus buenas intenciones, exponiéndolo a un dolor y soledad que creyó, no tendría solución.
No obstante, después de deambular durante más de un mes en calle, en el albergue de Don Chon, lo recibieron con los brazos abiertos, esperando poder apoyarlo con lo que puedan.
Por último, a pesar del hambre y maltrato recibido por la sociedad, este comenta que solo quiere volver a ver a su familia.