Un gol en el minuto 89 del neerlandés Crysencio Summerville y la espectacular actuación del meta belga Illan Meslier dio la victoria al Leeds en Anfield y hundió al Liverpool, cada vez más lejos de su mejor versión y de su objetivo en la Premier.
Transita con una imagen desconocida el conjunto de Jurgen Klopp fuera de los candidatos al título de la Premier, fuera, incluso, de los puestos europeos. Mantiene el empuje, la fe y la presión pero carece del acierto de antaño. Acabó a la desesperada en busca del error de un portero que fue el salvador del conjunto visitante que obtuvo una victoria histórica y salió de la zona de descenso.
No dio sensación el Leeds de estar condicionado por su delicada situación en la tabla ni por su sequía de triunfos. Forma parte el conjunto del estadounidense Jesse Marsch de la terna de descenso y llegó a Anfield con seis derrotas y dos empates en sus últimos ocho partidos. No gana desde agosto el Leeds que tuteó a un rival que en la Premier no disfruta de un trayecto cómodo.
Lejos de las alturas de la tabla solo contaba con cuatro triunfos en los once partidos jugados. Jugó precipitado. Como si las prisas por marcar fueran equiparables a la urgencia por escalar posiciones.
Además, se topó de entrada con un gol en contra. Fue en error clamoroso de Joe Gomez de nuevo. El defensa envió un balón sin peligro a su portero. Pero Alisson estaba fuera del marco y le rebasó. Atento estaba el español Rodrigo Moreno que solo tuvo que empujar la pelota a la red.
Emprendió el acoso el Liverpool hacia la meta de Illan Meslier, auténtico sostén de su equipo. Empató poco antes del cuarto de hora el cuadro de Jurgen Klopp con un centro desde la izquierda de Andy Robertson que, en postura acrobática cazó Mohamed Salah para enviarla a la red.
No perdió la cara al choque el Leeds que pudo volver a tener ventaja en un disparo tras control de Brenden Aaronson que se estrelló en el larguero.
Después, el monólogo red se acentuó. Darwin Núñez tuvo en las botas el gol. Encaró a Meslier que desbarató la ocasión. El meta belga se agigantó. El Liverpool acosó el área visitante mientras el Leeds buscaba el respiro a la contra.
Los minutos finales fueron angustiosos para el conjunto de Marsch, agazapado en su campo. Pero Meslier respondía a cada ocasión, como la que tuvo Roberto Firmino a nueve del final.
El portero belga desbarató los intentos a la desesperada de Salah y de Firmino. Algunas imposibles, impensables. Y en la única ocasión en la segunda mitad, el Leeds consiguió su premio.
Fue en un balón de Patrick Bamford, dentro del área cedió a Crysencio Summerville que con un gran disparo batió a Alisson.