San Luis Río Colorado, Sonora (Junio 22 de 2023).- Para que más familias sanluisinas puedan disfrutar de unas vacaciones de verano seguras, la Dirección de Protección Civil y Bomberos Municipales llama a padres de familia y tutores a cuidar a los menores de edad que visiten las albercas y ´chapoteaderos` de la ciudad.
Lamentablemente, los niños son los más susceptibles a sufrir accidentes, ya que por su edad no dimensionan los peligros y riesgos que representa meterse a bañar a una alberca y áreas que contienen distintos niveles de agua, mismos que están clasificados para personas que saben nadar y quienes no.
En este sentido, el titular de Protección Civil, Ricardo Trigo Ramírez, subrayó la importancia del papel de un adulto en estas situaciones, ya que éste puede actuar con rapidez y prevenir situaciones de riesgo, como asegurarse de que los niños permanezcan en un nivel de agua que no sea muy profundo para ellos, y vigilarlos aún en estos espacios.
"El uso de las albercas aumenta en esta temporada por las altas temperaturas y el periodo vacacional, y es por ello que nuestro alcalde Santos González Yescas nos pondera velar por la ciudadanía y, en este caso, difundir información respecto al uso de estos espacios y prevenir accidentes, así como atender de inmediato las emergencias que se presenten", expresó.
Es por ello que en días pasados la dependencia llevó a cabo capacitaciones a salvavidas para detectar situaciones de riesgo en albercas, dijo, así como también en materia de primeros auxilios y reanimación, lo que inclusive reforzó los conocimientos de los salvavidas que laboran en la Alberca Pública Municipal durante esta temporada.
Por otra parte, el funcionario compartió algunas recomendaciones para garantizar la seguridad de los menores al estar en la piscina como el uso de salvavidas y flotadores, evitar saltar en niveles hondos o correr alrededor del piso de la alberca y en especial si se estará en el nivel alto, pero sobre todo, lo más importante es que los niños estén siempre acompañados de adultos y son responsabilidad de los padres de familia y se les solicita su cooperación en vigilarlos y orientarlos al nadar.