Nacido huérfano de padre y madre, Jason, un joven de 22 años de edad que llegó a San Luis Río Colorado desde Nicaragua a las 22 horas del miércoles, declara venir huyendo de la violencia de su país con la esperanza de salvar su vida.
Cuenta que a San Luis Río Colorado arribó a bordo de un tráiler que lo levantó en el camino, pero lleva dos meses y medio viajando el tren carguero, sin ropa, a la intemperie, padeciendo frío y hambre.
Afirma que hasta este momento el Gobierno de la localidad no ha tenido ningún acercamiento para ofrecer algún tipo de apoyo, declaración que secundó el resto de migrantes mexicanos provenientes de Chiapas y Michoacán.
Mientras tanto comenta que esperará como los demás, afuera de las oficinas de la Aduana Americana, con la esperanza de que le ofrezcan una oportunidad y, de no ser así, descarta regresar a su país ya que por haber salido asegura que lo enviarían al presidio.