Los antibióticos ya no están funcionando ¿cómo puedo ayudar para que el problema no avance?
Durante el último siglo, los antibióticos han ayudado a controlar muchas enfermedades bacterianas, y con ello se ha evitado la muerte de millones de personas. Sin embargo, desde su descubrimiento y uso se observó que algunas bacterias tienen la capacidad natural de resistir el ataque de ciertos antibióticos, y que otras rápidamente desarrollaban esa resistencia. La causa de esta última es atribuida al mal uso que les hemos dado a los antibióticos por décadas.
Por ejemplo, un médico se encarga de prescribir el antibiótico según la infección que tenga el paciente, para lo cual se establece la dosis, la frecuencia de administración y el tiempo del tratamiento. Te preguntarás, ¿entonces por qué el microorganismo crea resistencia si lo estoy haciendo como me lo indicó el médico? Pues resulta que todos los medicamentos que tomamos tienen un tiempo de vida en nuestro organismo a cierta concentración (dosis efectiva media); después de ese tiempo, la cantidad del medicamento baja y se le conoce como dosis subclínica.1 Este último fenómeno se considera como una oportunidad para que el microorganismo desarrolle la resistencia, pues está bajo la presión medicamentosa, que no es suficiente para matarlo o inhibir su reproducción.
Es impresionante la capacidad que tienen las bacterias para generar la resistencia. Es suficiente con una sola exposición a dosis subclínicas para que una bacteria desarrolle resistencia en sus células descendientes, y en la actualidad hay bacterias que tienen la capacidad de resistir múltiples antibióticos a la vez.2 Sólo en Estados Unidos se presentan 1.8 millones de infecciones por bacterias resistentes al menos a un antibiótico y causan la muerte de alrededor de 48,000 personas cada año.3
Con base en lo anterior ¿qué debemos hacer? Aquí van algunas opciones que ayudan a prevenir la resistencia a los antibióticos:
Aplica el medicamento exactamente bajo las indicaciones del médico. Por ejemplo, si la aplicación se indica cada 24 horas, es de alta importancia que no se te pase el tiempo, precisamente para mantener la concentración efectiva del antibiótico y evitar esas dosis subclínicas.
Termina el tratamiento, pues a veces nos sentimos bien y optamos por interrumpirlo. Si quedaron algunas células bacterianas vivas hasta ese momento, es su oportunidad de crear la resistencia.
No te automediques. Si te quedó antibiótico de una prescripción anterior, no lo vuelvas a usar. No sabes si el antibiótico que tienes es efectivo contra la nueva infección que estás cursando.
La otra actividad que propicia la resistencia bacteriana a los antibióticos es emplear esos antibióticos en la engorda de animales de granja, que también ha contribuido en esta alarmante situación. Entonces, toma eso en consideración si te dedicas a la engorda de animales de granja y no los uses de manera indiscriminada.
A los médicos les corresponde esforzarse al máximo para hacer un diagnóstico correcto y prescribir los medicamentos correctos. De nuestra parte corresponde administrarlos en los tiempos y dosis que el médico señale.