Desde que las autoridades de Salud de los Estados Unidos comenzaron a recibir las primeras dosis de la vacuna contra la covid-19, comenzaron a vacunar a todo el personal de salud, así como a los adultos mayores y a personas con enfermedades crónicas, por ser sus residentes más vulnerables.
Sin embargo, ante la lentitud del gobierno mexicano para distribuir y comenzar la jornada de vacunación para la población vulnerable, muchos residentes de la frontera de SLRC, con doble ciudadanía, están acudiendo a los hospitales estadounidenses a solicitar su aplicación, como el caso del señor José Manuel Flores.
Dicha clínica, ubicada en la ciudad de San Luis, Arizona, quedó en desabasto de las dosis debido a la gran demanda de vacunas por parte de la población estadounidense y de mexicanos que residen en ambos lados de la frontera y se encuentran temerosos a contraer o recaer en el covid-19.
Tal como Don José, quien comenta que tardó más de 2 meses en recuperarse de la enfermedad y tras haber dado positivo al nuevo coronavirus, aún sufre de las secuelas del contagio, ya que ha tenido complicaciones estomacales y en algunas ocasiones, ha perdido el conocimiento o la noción de donde se encuentra o qué lugar estaba buscando.
Sin embargo y de acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, aún no es posible determinar si las personas que ya han padecido covid-19, deberían vacunarse en los próximos meses.
Ya que los científicos aún no cuentan con suficiente información sobre el virus y todavía se desconoce el tiempo que dura la inmunidad natural del cuerpo contra el nuevo coronavirus entre quienes ya han se han recuperado de la enfermedad tras haberse contagiado, por lo que es recomendable consultarlo con su médico antes de solicitar la aplicación de la vacuna.