En la frontera sur de México, especialmente en Tapachula, miles de migrantes se encuentran atrapados entre dos opciones: continuar su viaje hacia Estados Unidos o regresar a sus países de origen.
La incertidumbre ha aumentado con las nuevas restricciones impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y las políticas de repatriación anunciadas por el gobierno mexicano de Claudia Sheinbaum.
Bulmar Rodríguez, un migrante venezolano, expresó su frustración al enfrentar un panorama de incertidumbre. "A México le pediríamos que ayudara un poco al migrante venezolano, sobre todo en seguridad, y que no nos deporten, ya que no estamos aquí para quedarnos", comentó Rodríguez. Muchos migrantes comparten su visión de que su destino final está al norte, en Estados Unidos.
En su conferencia, Sheinbaum destacó que los encuentros diarios de migrantes indocumentados en la frontera de Estados Unidos habían disminuido un 78 % desde diciembre de 2023, lo que refleja las estrictas políticas migratorias. Sin embargo, la situación es preocupante, pues de enero a agosto de 2024, México registró más de 925.000 migrantes irregulares, lo que representa un incremento de casi el 132 % en comparación con el año anterior.
Sairi Martínez, una cubana varada en Tapachula, afirmó que la crisis migratoria es insostenible para México. "Es imposible que México se haga cargo de todos los migrantes. La mayoría no quiere regresar a sus países", señaló. La frustración se intensifica especialmente entre quienes tenían citas programadas con el sistema ?CBP One? de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU., que recientemente fueron canceladas por el gobierno de Trump.
Mientras algunos migrantes aún mantienen la esperanza de poder avanzar hacia el norte, otros han optado por quedarse en México. Es el caso de Roner, un haitiano que lleva meses en Tapachula y que ahora busca solicitar asilo a través de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar). "Lo que no queremos es ser deportados a nuestros países, la situación allá es difícil", dijo Roner, quien ahora busca empleo en México.
Por su parte, la presidenta Sheinbaum ha asegurado que su gobierno facilitará el retorno "voluntario" de los migrantes, aunque también ofrecerá apoyo humanitario. Sin embargo, para muchos, el regreso no es una opción viable, ya que enfrentan situaciones de violencia, pobreza y desestabilidad en sus países de origen.
El defensor migratorio Luis Rey García Villagrán destacó que la crisis migratoria no es una cuestión partidista, sino una situación que requiere de un enfoque humanitario. "La mano de obra migrante es crucial para la economía de Estados Unidos", indicó el activista, advirtiendo que la migración continuará a pesar de las políticas restrictivas y la creciente violencia en las rutas migratorias.
Los migrantes varados en la frontera sur de México viven una situación crítica de incertidumbre y desamparo, mientras esperan que las políticas de los gobiernos de Estados Unidos y México les brinden una salida a su difícil situación.
Con información de EFE.