Una historia de migrantes muy distinta a la de extranjeros que vienen a esta frontera en busca del "sueño americano" es la de Lea y su hijo Aaron, quienes ya siendo nacionalizados mexicanos desde hace 5 años se han abierto camino en San Luis Río Colorado, cuya gente le ha demostrado que se puede adoptar un nuevo hogar de este lado de la frontera.
Lea y Aaron viven desde hace poco más de un mes en la Casa Divina Providencia, ella trabaja en una taquería, pero es cosmetóloga y su hijo logró ser becado en el Instituto Kino gracias a la generosidad de sus directivos, y por sus buenas calificaciones a pesar de lo que han sufrido cuando decidieron establecerse en el estado mexicano de Yucatán hace unos 5 años.
La violencia quedó atrás, gracias a la tenacidad de Lea y como dijo el pequeño Aaron, tras lograr salir adelante: