Con la finalidad de dar una veracidad a la compra de gasolina por parte de los
clientes, los distribuidores son forzados por parte de PROFECO, a someterse a
inspecciones de manera extraordinaria al menos una vez al año, para corroborar
que la gasolina comercial, corresponda a los litros que marcan los dispensadores.
Por ello, el encargado de la gasolinera ubicada en la Avenida Libertad y 26, declara
que esto sirve para dar confianza al cliente sobre su manera de operar.
Asimismo, dijo que existen dos tipos de inspecciones, siendo ordinaria, cuando la
misma empresa, pide a PROFECO que realicen un chequeo bajo una agenda
específica, y la extraordinaria, que puede ocurrir en cualquier fecha del año sin
previo aviso.
La revisión del combustible, se realiza por medio de jarras patrón, que mide la
temperatura y la cantidad en litros, además de contar con seguros especiales para
que no exista alguna manipulacion en ningun aspecto.
Las botellas de plástico, como algunos ciudadanos pudieran pensar, no son viables
para medir la cantidad específica de combustible por el calor que expidan, por lo
que el encargado del negocio, afirma que en el tiempo que ha estado al mando del
lugar, jamás ha ocurrido una situación anómala con estas inspecciones y en caso
de que en alguna gasolinera, se detecte un manejo irregular, las autoridades harían
lo correspondiente para resolver el problema.