Alrededor de 32 de los 50 empleados aproximados que conforman la fábrica Kingston en San Luis Río Colorado, se manifestaron debido que expresan, fueron engañados por los encargados del lugar, luego de que sometieron a algunos trabajadores bajo presión, para que firmaran contratos de renuncia y así, pagarles el mínimo.
Jesús López, ex empleado del lugar, manifiesta que el trato dentro del lugar no siempre fue el adecuado, ya que los obligaban a trabajar sin descansos cortos y debían firmar hojas para registrar sus salidas al baño. Mencionan los empleados, que algunos con problemas cronico-degenerativos, fueron llamados a las oficinas de Recursos Humanos, donde se les dio el ultimátum de que debían firmar su liquidación o en su defecto, los correrían de igual forma con menos sueldo del estipulado. Por ello y con temor, algunos accedieron a firmar, mientras que otros miraron que esta forma de intimidación era una excusa para no responsabilizarse sobre la situación del COVID-19. Ante esto, una de las ex-empleadas del lugar, comentaba que desde antes de la pandemia, los tratos eran casi iguales. Para ocultar las apariencias, los empleados mencionaron que la fábrica solamente aplicaba las medidas de seguridad necesarias cuando tenían conocimiento de que una autoridad de inspección, llegaría a la empresa. Debido a ello, el ex-empleado Roberto González, declara que el hostigamiento con los superiores era tal, que no permiten el diálogo con la persona de a lado y en caso de incumplir con alguna supuesta falta, era motivo suficiente para descontar parte de su sueldo. Debido a estos problemas, los ex-empleados llamaron de inmediato a la Junta Local de Trabajo, además de anexar que el alcalde Santos Gonzalez Yescas está consciente del asunto. Por ello, en estos momentos los afectados piden una cosa y es una liquidación justa, debido que después de lo vivido, no buscan regresar a su antiguo trabajo.