Durante la temporada invernal que oficialmente no ha comenzado, pero cuyos efectos ya se dejan sentir en nuestra comunidad, las fogatas, anafres y cocinas caseras a base de leña generan un riesgo para las familias en sus casas debido a que pueden ocasionar incendios y daños a la salud, o incluso la muerte, por la ingestión de monóxido de carbono.
El Cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Luis hace un llamado para prevenir este tipo de situaciones de riesgo.
"Empieza a llegar gente del interior del país, donde tienen la costumbre o la forma de mitigar el frío a través de anafres o fogatas, el problema se presenta cuando ellos deciden trasladar ese anafre o esa fogata al interior de la casa o al interior de un cuarto donde no esté correctamente ventilado".
Durante 2023 se registraron dos casos de intoxicación por monóxido de carbono en personas que dejaron fogatas en el interior de una habitación, mientras en lo que va del actual periodo de bajas temperaturas no se ha presentado alguno.
Los riesgos principales de hacer uso de fogatas o anafres dentro de habitaciones es que las personas se queden dormidas e inhalen el humo que principalmente contiene monóxido de carbono, lo que puede causar la muerte, y un riesgo igualmente potencial es que el fuego se salga de control y alcance los muebles y objetos dentro de la habitación mientras la persona duerme.
Para quienes deciden cocinar en hornillas a base de leña, los bomberos dan las siguientes recomendaciones:
"Que lo hagan afuera de su hogar para que, uno, esté ventilado correctamente, y segundo que si llega a haber un incendio se pueda aislar de la casa por decirlo así, en lo que llegan los cuerpos de bomberos".
Según datos estadísticos de la Dirección de Información y Análisis Epidemiológico de la Secretaría de Salud de Sonora, es durante el mes de diciembre de cada año cuando aumentan de forma exponencial las intoxicaciones por monóxido de carbono.
En promedio, por año se presentan 19 casos de intoxicación y ocho fallecimientos en todo el Estado, sin embargo, fue en el año 2018 cuando se registró uno de los números más altos al suscitarse once fallecimientos en todo Sonora.