Prominentes periodistas de Baja California y Sonora comparten que el asesinar a colegas pone en riesgo callar la voz de la sociedad. Periodismo en esta región está en riesgo latente por la amenaza natural de reportear en medio de la creciente ola de violencia y paralelamente las amenazas por su quehacer ético. Exigen que el discurso de las autoridades "de llegar a las últimas consecuencias" sea real.