El consumo de sustancias nocivas desde una temprana edad puede afectar el crecimiento y desarrollo de los adolescentes, especialmente el desarrollo cerebral. La falta de supervisión de los padres, el círculo social en el que se desenvuelve y otros factores, pueden llevar a los jóvenes a caer en las drogas, por ello es importante prestar atención ante las primeras señales de alerta.
Los padres tienen un rol fundamental en la vida de sus hijos. A medida que van creciendo y pasan por la preadolescencia y adolescencia, los tutores tienen la obligación de hablar con ellos para brindarles información clara y precisa y evitar que caigan en información errónea y en las redes de la adicción.
El alcohol, la marihuana y el tabaco son las sustancias más usadas por los adolescentes, según datos realizados por el observatorio de la infancia, así mismo el consumo de adolescentes entre 11 y 12 años es del 2%, 15 y 16 años de un 34% y 17 y 18 un 66%.
Gráfica
Consumo experimental 11-12 años 2%
Consumo ocasional 15-16 años 34%
Consumo frecuente 17-18 años 66%
Conocer las actividades del adolescente, establecer reglas y consecuencias, conocer su círculo social, brindar apoyo y un buen ejemplo son algunas de las medidas preventivas que podrían ayudar a prevenir el consumo de narcóticos a una edad temprana y futuro.