Se dice que los niños son como esponjas porque suelen aprender de todo su entorno durante su desarrollo, tanto lo bueno como lo malo, los adultos les transmiten sus aciertos, pero también sus errores y su visión estereotipada de la vida.
Si queremos que nuestros hijos e hijas crezcan sin ser discriminados, ni ser de los que discriminan por su género o su orientación sexual, nada mejor que desprendernos de nuestros prejuicios y enseñarles a respetar la diversidad sexual.
La sexualidad es una parte vital de la vida humana, tanto los niños y niñas como los jóvenes tienen derecho a recibir una información fiable e integral sobre esta cuestión, por ello es importante que los padres de familia hablen sobre diversidad en sus hogares, sin embargo lo cierto es que no se puede explicar de la misma forma a un niño de 4 años que a otro de 16, por lo que hay que respetar mucho la edad del menor, no forzar las explicaciones y tener en cuenta que acabará preguntando muchas cosas.
Hablar con los niños sobre la inclusión sexual es importante para no crear prejuicios para que en un futuro cuando surjan dudas de orientación no sientan temor a expresar su preferencia amorosa y no caigan en la doble vida.