Migrantes que llegan a la frontera de San Luis Río Colorado, huyen de sus comunidades de origen por las amenazas de muerte y despojo de que son objeto de parte de la delincuencia y los narcotraficantes.
Testimonios de personas originarias de Guerrero dan cuenta del control que tienen los criminales en esos lugares, donde incluso han puesto precio a la vida de las personas.
El objetivo de quienes desde hace más de un mes viven en improvisadas casas de campaña al pie del cerco que divide México de Estados Unidos, es pedir asilo a las autoridades norteamericanas porque ya no quieren regresar a sus comunidades, donde el terror se ha apoderado de la gente, ante el desamparo de las autoridades federales y estatales.
Con la condición de mantenerse en el anonimato, los migrantes conceden entrevista al equipo de meganoticias, para denunciar que el gobierno federal ha olvidado a miles de campesinos, mujeres y hombres, a quienes los delincuentes les cobran de 50 a 60 mil pesos por persona, como cuota para vivir. De lo contrario, si no tienen dinero para pagar, secuestran a sus hijos para incorporarlos a las actividades ilícitas.
"Nos salimos de haya por mucha delincuencia pues que nos amenazan y que quieren pues que les demos dinero los malos maleantes"
"El presidente no quiere reconocer y no ve eso los de Guerrero y mucha delincuencia que ha visto el nomas dice que no pero porque no lo está viviendo mero el allá".
Si las personas no pueden pagar la cuota que los criminales les exigen para vivir, los despojan de sus casas o terrenos, por lo que no tienen otra opción más que salir huyendo de sus respectivas comunidades.
"Me pegaron allá en Guerrero y este me sacaron de la casa, me amenazaron con la pistola que me saliera de la casa porque si no me iban a matar pues a mi y a mis hijos".
"Aunque diga el presidente que no no esta, que esta bien, es por que no lo ha visto, no lo ha vivido"
A la fecha son 66 familias las que se encuentran en el muro fronterizo de San Luis Río Colorado, en espera de que las autoridades norteamericanas les concedan asilo, porque dicen que nunca más piensan regresar al lugar de donde salieron.
Según dijeron, muchas comunidades en Guerrero se están quedando sin habitantes, porque la ausencia de corporaciones de seguridad federales y estatales propicia el control de los delincuentes.