Los Dallas Mavericks salvaron este martes su primer partido de eliminación y pusieron el 1-3 en su final del Oeste ante los Golden State Warriors (119-109) gracias a una exhibición colectiva de triples y a un Luka Doncic que se quedó a una sola asistencia del triple-doble.
Dallas vivió una lluvia de triples de los Mavericks (un fantástico 20 de 43) y también una real en el exterior del estadio, ya que el chaparrón que cayó este martes obligó a retrasar el inicio del tercer cuarto debido a unas goteras.
El agua no mojó la pólvora de Doncic, que acabó el encuentro con 30 puntos (10 de 26 en tiros), 14 rebotes, 9 asistencias, 2 robos y 2 tapones.
Dallas deslumbró en los tres primeros cuartos y empezó el último con un +29 que parecía definitivo, pero los reservas de los Warriors se llegaron a poner a 8 puntos y Doncic tuvo que dar un empujón más para cerrar la victoria.
Dorian Finney-Smith (23 puntos con 9 de 13 en tiros) y Reggie Bullock (18 puntos con 6 de 10 en triples) destacaron en unos Mavericks con seis jugadores por encima de los 10 puntos.
Por su parte, Stephen Curry (20 puntos, 5 rebotes y 8 asistencias) fue el mejor de unos Warriors que se quedaron en un decepcionante 10 de 28 en triples.
La final del Oeste vuelve ahora a San Francisco, donde el jueves se jugará el quinto encuentro y donde los Mavericks continuarán con su cruzada para conseguir lo que nadie ha logrado antes en la NBA: remontar un 3-0 en contra en los playoffs (146-0 en la historia para los equipos que ganaron los tres primeros partidos)
TORMENTA DE TRIPLES
En el naufragio desde el perímetro de los Mavericks en el tercer partido (13 de 45), Kleber, Finney-Smith y Bullock tuvieron un desafortunado y prominente lugar con un 2 de 17 en triples entre los tres.
El comienzo del cuarto duelo fue todo lo contrario puesto que cada uno de ellos sumó dos triples en el primer parcial y los Mavericks golpearon primero (28-24) tras un sólido 7 de 12 en el tiro exterior y una actitud firme en defensa y el rebote.
Curry comenzó con finura y 10 puntos en el cuarto inicial, pero la segunda unidad de Dallas mantuvo el acierto mientras Doncic se daba un respiro (37-31 con 8.45 para el descanso).
De este modo, Brunson llevó a los Mavericks a superar los 10 puntos de ventaja ante unos Warriors desorientados en defensa y espesos en ataque.
Sin reacción visitante, los Mavericks se fueron al vestuario con muy buenas sensaciones (62-47), un juego muy coral (Doncic se quedó en 13 puntos) y un espectáculo de pirotecnia en el triple (11 de 23) que contrastaba con la sequía exterior de los Warriors (3 de 16).
El retraso por las goteras del American Airlines Center de Dallas no trastocó el ritmo de los Mavericks.
Así, dos triples seguidos de Finney-Smith obligaron a los Warriors a pedir un temprano tiempo muerto antes de que el partido se les fuera completamente de las manos (72-50 con 9.24 en el reloj).
Frente a defensa individual o en zona, la circulación de balón de Dallas, con Doncic brillando en la dirección, funcionaba con exquisita precisión y los triples liberados se sucedían uno tras otro ante unos Warriors en los que el despertar de Thompson no era suficiente.
Con todo ello, dos triples consecutivos de Dinwiddie condujeron a los locales a su mayor ventaja justo antes de empezar el último cuarto (99-70).
Kerr pareció tirar la toalla y ninguno de sus titulares pisó la cancha en el arranque del cuarto parcial, pero un 0-9 de salida de los reservas de los Warriors mantuvo la emoción (99-79 con 9.32 para el final).
La zona se le atragantó a los Mavericks mientras los Warriors seguían recortando con Poole, Kuminga, Bjelica, Moody y Lee.
A 8 puntos llegó a ponerse la asombrosa segunda unidad de San Francisco gracias a un triple de Kuminga, pero Doncic, ya con los titulares de los Warriors de nuevo enfrente, se ocupó de sellar la victoria y de despejar los fantasmas de aquel segundo partido que perdieron tras ir ganando de 19 puntos.
David Villafranca / EFE