Al menos 47 civiles fueron hoy asesinados en un nuevo ataque del grupo rebelde Cooperativa para el Desarrollo del Congo (CODECO) contra un yacimiento minero artesanal en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), según confirmaron a Efe líderes de la sociedad civil.
"Fue una auténtica carnicería por parte de los milicianos de CODECO, que mataron a 47 civiles mientras muchos otros están desaparecidos y casas fueron incendiadas", señaló a Efe por teléfono el coordinador de grupos de la sociedad civil de la provincia de Ituri, Jean Bosco Lalo.
El ataque se produjo en una mina de oro, una de las tantas no oficiales que llenan el este del país, cerca de la localidad de Mambilidei, en el territorio de Djugu.
Efe trató sin éxito de contactar con el portavoz del Ejército congoleño en la región.
CODECO es un grupo rebelde poco conocido que nació en 2018 con el objetivo de luchar contra los abusos del Ejército, si bien ha llevado a cabo numerosos asesinatos de civiles y ha multiplicado sus ataques durante el último año en Ituri.
Desde mediados de noviembre de 2021, presuntos rebeldes de este grupo armado han atacado varios asentamientos de desplazados internos también en Ituri y matado a decenas de personas.
Las Naciones Unidas han condenado esos ataques en repetidas ocasiones.
Según la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, en 2021 CODECO mató a más de 400 personas y se convirtió en la segunda milicia más mortífera de la región en la actualidad.
Frente al aumento de los ataques de rebeldes en Ituri y en la vecina provincia de Kivu del Norte, sobre todo de los milicianos de origen ugandés de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), el grupo rebelde más letal en la región, el Gobierno congoleño impuso en mayo de 2021 un estado de sitio en ambas provincias.
Asimismo, los Ejércitos de la RDC y Uganda lanzaron a finales del pasado noviembre una operación conjunta que aún sigue en curso, pero la situación sobre el terreno no ha mejorado.
La directora de la misión de paz de la ONU en la RDC (MONUSCO), Bintou Keita, reconoció a finales de marzo ante el Consejo de Seguridad de la ONU que, a pesar de las operaciones militares, el número de víctimas civiles y los desplazamientos de población han aumentado.
Keita achacó este "deterioro de la situación de seguridad", sobre todo, "a las sangrientas represalias de las ADF contra la población de Kivu del Norte e Ituri".
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de soldados del Ejército, pese a la presencia de la MONUSCO, con más de 14.000 efectivos desplegados.
La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables han empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, según el Barómetro de la Seguridad de Kivu (KST, en sus siglas en inglés), esta región es el campo de batalla de al menos 122 grupos rebeldes.