Cuando un área verde se convierte en área gris, el agua que cae del cielo puede tardar años en llegar a los mantos acuíferos, hasta 25 años, explicó Francisco Rodríguez, gerente general de Cmapas.
Explicó que ante una intensa lluvia en la ciudad, los litros de agua deben ser sacados hacia el río, en este caso al Lerma, ya que por el pavimento es complicado que traspase al subsuelo.
Agregó, que año con año, se pierde un metro de manto acuífero y si bien, aun existe agua para más de 15 años, es preocupante la manera en que se desperdicia.
Y de donde más se extrae agua es en el campo, el campo usa un alto porcentaje de agua a comparación del consumo doméstico.