Ropones y zapatos de bautizo se dedica a vender la señora María Elena Rosiles en la zona centro de la ciudad desde hace más de 40 años, sin embargo, ante la suspensión de las ceremonias religiosas, sus ventas decayeron en un 100%.
María Elena compartió con el equipo de Meganoticias la tristeza de ver que su negocio se encuentra al borde de la quiebra, pues a pesar del esfuerzo de dos generaciones y más de 70 años de haber abierto el negocio familiar, en 4 meses la pandemia pudo destruir los años invertidos.
Ante las bajas ventas, María Elena optó por abrir más tarde y cerrar más temprano su negocio, sin embargo, se encuentra a la espera de que las iglesias nuevamente abran sus puertas, se reanuden las ceremonias religiosas y tener la posibilidad de salir de esta crisis económica.