La muerte repentina de más de 50 aves de diversas especies que han reportado en la comunidad de San Vicente de Flores en Salamanca, podría deberse al consumo de agua o alimento contaminado, pues la existencia de canales de riego y salidas de agua industrial así como de invernaderos, podrían contener algún plaguicida o elementos químicos utilizados para la producción agrícola de aquella zona.
Berlín Izaguirre, presidente del patronato para el monitor para la calidad del aire, destacó que esta problemática es competencia de varias entidades como la PAOT, PROFEPA, CEAG ó incluso la CONAGUA, esta última podría realizar una evaluación o revisión del agua de los canales de riego y salidas de agua tanto industrial como de los invernaderos para saber si la cantidad de plaguicidas o elementos químicos para la producción agrícola que se están usando estén bajo control y la cantidad usada sea la permitida.
El agua puede contaminarse por la acumulación de una o más sustancias ajenas al agua que pueden generar una gran cantidad de consecuencias, entre las que se incluye el desequilibrio en la vida de los seres vivos.