Josefina Hernández y su esposo han convertido su hogar en un museo, dedicado a preservar el origen prehispánico de la celebración del Día de Muertos; colecciones de piezas artesanales de Guadalajara, Oaxaca, Michoacán, Chiapas y por supuesto Guanajuato, que son resguardadas por dos altares uno dedicado a los dioses de las culturas Maya, Tolteca y mixtecas, así como el de siete niveles dedicado a sus padres y su suegra.
"Llevo 15 años haciéndolo en honor a mi papá, mamá y a mi suegra, tenemos una calabaza al principio porque significa el cerebro humano, las catrinas las compré en Dolores Hidalgo cuando José Guadalupe Posadas cumplió 100 años, se ponen muchas flores porque es la representación de toda la humanidad, lo amarillo es el luto prehispánico, aquí ponemos el altar indígena, que tiene dioses mayas, toltecas y mixtecas, tengo la calavera que representa la vida, la juventud, la vejez y la muerte esa la traje de Pozos, hay una pieza de Monte Albán que representa al mundo entero, la matriz y el nacimiento para la humanidad, al pie del altar pongo el maíz como ofrecimiento a nuestro señor por su generosidad, por su bondad", compartió Josefina.
Al pie de su altar coloca tres cruces, la de ceniza porque es lo que somos; la de flores blancas porque así debemos llegar al paraíso blancos y la de cal, que tradicionalmente se coloca debajo del ataúd del difunto, mientras es velado "Tenemos como guardián y guía al xoloitzcuintle, que debe ser café que ayuda a las almas, tenemos papel picado, una frazada de lana, la comida, tamales, las enchiladas, en otro nivel se colocan las piedras de jade porque anteriormente para pasar de un lugar a otro se tiene que pagar un tributo y se les ponía una piedra de jade en la garganta, las pertenencias de nuestros seres queridos, sus fotografías para recuerden como lucían con vida, al final se coloca la cruz que representa al Mictlán", detalló.
Para el fondo del altar es importante colocar una sábana blanca, ya que está representa la sábana con la que señor Jesucristo fue amortiguando, así como flor de mano de león, la flor morada que representa la función de la iglesia católica con la cultura prehispánica. "Nosotros como católicos creemos que vamos a llegar al cielo, ellos creían en el Mictlán, todo mi altar es gastronomía, es artesanía, es nuestras tradiciones".