El declive de las ventas de algunos comercios ha ocasionado que no puedan protegerse de la delincuencia.
La dueña de un local dedicado a la venta de comida rápida en la calle Primavera, señaló que para prevenir ser víctima de asaltos tenía la intención de enrejar su negocio, sin embargo, ante la baja en las ventas hasta de un 80% ya no lo pudo llevar a cabo.
La comerciante señaló que se ha visto obligada a modificar sus horarios, a abrir más tarde y cerrar más temprano, además de que cerca de su negocio no observa la presencia de elementos de seguridad, a menos de que se trate de algún hecho de alto impacto en la zona, por lo que pide a las autoridades que refuercen los rondines policiacos para que los ciudadanos se sientan seguros y los robos a comercio disminuyan.