Para todos los seres humanos el agua es uno de los recursos más importantes, ya que es vital para nuestro cuerpo, sin embargo, su uso desmedido y la falta de hábitos de ahorro en casa provoca un gran desperdicio, agotándola y haciendo también que nuestro recibo llegue más alto.
Algunas recomendaciones para reducir el consumo son: cerrar la llave al ducharse mientras se enjabona el cuerpo, poner una cubeta, tomar baños de 5 minutos y optar por regaderas ahorradoras, lo mismo al lavarnos las manos y cepillarnos los dientes; también es útil procurar instalar escusados de bajo consumo, y adquirir lavadoras eficientes, aprovechando la carga máxima de ropa; al lavar los trastes es importante remplazar los empaques cuando sea necesario para evitar goteo, y remojar y enjabonar todo con la llave cerrada, abriéndola hasta el final sólo para enjuagar; asimismo se puede recolectar el agua de lluvia en recipientes, la cual se puede utilizar para lavar el carro con cubeta y jerga y regar las plantas, al regarlas es conveniente hacerlo cuando no esté el sol, para evitar la evaporación y así se aproveche mejor, de igual manera se pueden diseñar captaciones adecuadas para eficientizar la lluvia en las plantas. De igual modo, es necesario revisar constantemente que no existan fugas y si las hay reportarlas para que sean reparadas.
Aunque el consumo de agua sea mayormente por la agricultura y la industria, el consumo doméstico también supone una parte importante en el uso total, por lo que emplear estas prácticas de manera colectiva puede constituir un ahorro significativo del vital líquido, además de una ahorro en nuestras carteras al pagar las cuentas.