La tasa interanual de inflación en Estados Unidos siguió bajando en febrero, por octavo mes consecutivo, y se situó en el 6 %, cuatro décimas por debajo de la de enero, según los datos ofrecidos este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés).
Sin embargo, en términos mensuales los precios de consumo subieron cuatro décimas, en un momento en el que la Reserva Federal (Fed) se enfrenta a un gran escrutinio por sus medidas para poner coto a la inflación, y más ahora tras la debacle del banco SVB y los temores de una crisis bancaria.
La inflación subyacente, que mide la subida de los precios de consumo menos los de los alimentos y la energía, los más volátiles, bajó una décima y situó su tasa interanual en febrero en el 5,5 %, la cifra más baja desde diciembre de 2021, señala la BLS.
En términos mensuales, sin embargo, la subyacente subió medio punto, después de haber registrado un aumento de 0,4 puntos en enero.
El encarecimiento de los precios relacionados con la vivienda fue, con mucho, el que más contribuyó a la subida de precios registrada en febrero, ya que supuso un 70 % del aumento del índice, explicó la BLS. Subió ocho décimas hasta situarse en una tasa interanual del 8,1 %
El precio de los alimentos, por otro lado, creció cuatro décimas y ha subido un 9,5 % en el último año, mientras que el de la energía subió seis décimas hasta ubicarse en un 5,2 % interanual.
Según recuerda el organismo, la tasa de inflación del 6 % es la más baja desde septiembre de 2021.
Poco después de conocerse las cifras, el presidente estadounidense, Joe Biden, celebró la ralentización de la inflación, aunque avisó de que el camino hacia la estabilidad no estará exento de "contratiempos".
"Como llevo tiempo diciendo, y como nos recuerdan los desafíos en el sector bancario, habrá contratiempos en nuestro camino hacia la transición a un crecimiento estable. Pero nos enfrentamos a estos desafíos desde una posición fuerte", aseguró el mandatario en un comunicado.
En este sentido, el demócrata sacó pecho de las robustas cifras del empleo -EE.UU. sumó 311.000 nuevos puestos de trabajo en febrero- y celebró también el anuncio de la farmacéutica Novo Nordisk de que bajará hasta un 75 % los precios de la insulina en el país.
Por otro lado, el mandatario cargó contra los congresistas republicanos que se niegan a negociar un aumento del techo de deuda sin aprobar recortes al gasto público, a los que acusó de querer conseguir beneficios fiscales para los ricos mientras reducen las ayudas públicas para jubilados.
Los datos de la inflación se conocen en un momento clave, en el que se analiza de cerca si las constantes subidas de tipos de interés llevadas a cabo por la Fed están teniendo el deseado efecto de contención de los precios y en qué medida están afectando a la evolución económica.
Además ahora también se cuestiona si la política monetaria restrictivas está contribuyendo a los recientes temores de una crisis bancaria.
De hecho, a raíz del colapso la pasada semana del Sillicon Valley Bank (SVB), que tuvo que ser intervenido por las autoridades tras desplomarse sus acciones en bolsa, varios analistas esperan que la Fed se vea obligada a reducir todavía más, o incluso pausar, sus alzas de los tipos.
El pasado 1 de febrero se produjo la última, que fue la octava desde marzo del año pasado, un alza de 0,25 puntos, que confirmó una ralentización en las subidas.
Con esta alza, menor que las subidas previas, los tipos se situaron en una horquilla del 4,5 % y el 4,75 %, la cifra más alta desde septiembre de 2007.