El presidente del colegio de valuadores de Salamanca, Camilo Tovar Alcántara, reveló que varias zonas de Salamanca están experimentando una depreciación significativa en el valor de los inmuebles debido a problemas de inseguridad. Esta situación ha generado un impacto negativo en el mercado inmobiliario local y ha llevado a una serie de consecuencias para los propietarios y compradores de viviendas en la región.
Según Tovar Alcántara, existen áreas específicas en Salamanca que se han convertido en puntos de conflicto y violencia, lo que ha generado una disminución drástica en el valor de las propiedades. Algunas casas han experimentado una reducción de hasta el 50% en su valor debido a la presencia de balaceras y actos violentos, lo que ha llevado a que no encuentren compradores interesados.
También se ha observado que hay zonas donde las viviendas no se venden, incluso cuando sus precios son muy bajos. Barlovento y Villa 400 son ejemplos de áreas donde las propiedades permanecen sin compradores, e incluso hay viviendas abandonadas debido a la incapacidad de sus propietarios para pagarlas.
En la zona sur de Salamanca, otro inconveniente es que las viviendas carecen de servicios básicos, lo que afecta su demanda en el mercado. Esta falta de infraestructura es un factor determinante que dificulta la venta de viviendas en la zona.
El acceso a viviendas asequibles también se ha convertido en un desafío en Salamanca. Los créditos del INFONAVIT oscilan entre 400 y 500 mil pesos, pero la disponibilidad de viviendas en este rango de precios es escasa. Como resultado, los compradores se ven obligados a buscar opciones en zonas más económicas, pero esta elección suele ser contraproducente debido a los problemas de inseguridad mencionados anteriormente. Muchos adquirieron propiedades en áreas peligrosas y, posteriormente, se ven obligados a abandonarlas por esta razón.