BAÑARSE CON AGUA FRÍA PUEDE TRAER DIVERSOS BENEFICIOS

Bañarse con agua fría puede ser un martirio para muchos, sobre todo en invierno, sin embargo, tomar baños a bajas temperaturas podría ser bastante provechoso a la salud.

Algunos de sus beneficios es que activa la circulación sanguínea, al favorecer la contracción de vasos sanguíneos, ayudando a que la sangre fluya mejor, proporcionando una mayor cantidad de oxígeno y nutrientes a cada célula; además es más saludable para la piel y el cabello, ya que el agua caliente puede resecarlos, mientras que la fría beneficia la dermis, fortaleciendo su firmeza y elasticidad, mejorando enormemente el aspecto de la piel, y ayuda a nuestro cabello a mantenerse hidratado y a prevenir problemas capilares; también fortalece el sistema inmune, contribuye a la recuperación de los músculos por su efecto inflamatorio, acelera la recuperación y reduce las molestias y riesgos de lesión, lo cual es muy común en deportistas, además de ayudarles a tonificar el cuerpo.

Entre las ventajas de estas duchas, no sólo está la salud física, sino la mental, además de mejorar nuestro rendimiento, ya que al tomar un baño en la mañana el cerebro activa su sistema de noradrenalina y dopamina, mejorando el estado de ánimo, la concentración, y nos ayuda a estar despiertos y alerta.